Agencia Receptiva en Marruecos

Viajar a Marruecos no es hacer turismo, no es coleccionar paisajes arte o gastronomía, no es conseguir un sello más en el pasaporte. Conocer Marruecos es una explosión de los cinco sentidos, la vista, el oído, el olfato ,el gusto y el tacto todos a la vez en una tensión gozosa e inolvidable.

SIEMPRE TANGER 12

 

La vista nos permitirá guardar en nuestra memoria playas vírgenes, ciudades de leyenda, montañas majestuosas y rincones mágicos.

El oído nos deleitará con su música, sus muecines llamando a la oración, su ruido y su silencio.

El gusto, el gusto...La cocina marroquí nos introduce en dos paraísos para el paladar, por un lado la recuperación de sabores perdidos en el camino de la agricultura transgénica y por otro el descubrimiento de sabores nuevos.

Déjate enamorar por las masas transparentes y quebradizas, la miel, las almendras, las mil y una especias, el cordero o un sorbete de pétalos de rosa.

El olfato nos hará disfrutar de la yerbabuena, la dama de noche, el limón, el cuero, la canela, el ajonjolí, el cuero, los tintes de tejidos o el desconcierto nasal de infinitos matices del bazar.

El tacto nos va a conducir a la caricia de sedas, alfombras, piel, joyas, cerámica, mimbre, cristal, madera o piedra.

La religión que no permite imágenes muestra su esplendor en el encaje de su piedra.

Por último, el sexto sentido, el de la intuición, nos dirá con toda seguridad que hemos descubierto un país mágico.